Recuerdo que un día en el que no tenía ganas de utilizar la sartén para freírme mis queridas Salchichas Frankfurt pensé: ¿Y si las caliento directamente en el microondas? Pues lo hice, y maldita la hora! Las metí en el microondas y cuando llevaban medio minuto calentándose aproximadamente empezaron a chillar como si las estuvieran matando... De la pena que me dieron, las tuve que sacar y tirar directamente a la basura. No me las comí porque me dije: Ya han sufrido bastante las pobres...
PD: No intentéis esto en casa. Ni en casa, ni en ningún sitio. No es apto para sensibles.
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